Los embarques marítimos son definidos como el método de transporte comercial más usado a nivel mundial según la United Nations Conference on Trade and Development (UNCTAD).
Hoy en día, casi el 80% de las mercancías que van de país a país a nivel global, se transportan por vía marítima, en otras palabras, por medio de un barco que los lleva de un puerto a otro. Por eso, la organización encargada de los embarques marítimos es crucial para el desarrollo del comercio exterior. Los principales actores de los embarques marítimos son: los puertos y los operadores terminales, y las navieras y los transitarios.
Los puertos son los operadores de terminales, los encargados de las mercancías, cargándolas y descargándolas de los buques para luego almacenarlas en los muelles o en las instalaciones adecuadas (almacenes cubiertos, silos, entre otros) según las características de la mercancía.
Las navieras son responsables del transporte marítimo de las mercancías. Además, son propietarias de los buques, aunque también existen los casos en que los barcos que utilizan sean alquilados.
Con el fin de proteger sus intereses, las navieras se dividen en asociaciones. Las más significativas son la International Chamber of Shipping, que agrupa a armadores y operadores que administran más del 80% de la flota mercante, u el World Shipping Council, que reúne a la industria del transporte marítimo y gestiona el 90% de la flota de buques de línea regular en todo el mundo.
Los transitarios
Por otra parte, los transitarios son los delegados de administrar las cadenas de transporte internacional desde el punto de origen al punto de destino. Usualmente, para los embarques marítimos, las empresas que exportan o importan contratan los servicios logísticos que brindan las transitarias debido a que el éxito de un embarque marítimo también depende de otros factores como:
Elegir una naviera que sus servicios cumplan con las necesidades del envío del cliente.
Negociar un buen flete internacional.
Acordar la movilidad desde la fábrica hasta el puerto de embarque y desde el puerto de descarga hasta el destino final.
Gestionar todos los documentos necesarios de transporte, los certificados de las mercancías o los aduaneros.
Es por eso que las empresas transitarias están comunicándose con el resto de los actores que interceden en los embarques marítimos: navieras, terminales portuarias, transportistas terrestres o agentes de aduanas. De forma similar a las navieras, los transitarios también se juntan a nivel internacional para proteger sus intereses.
El rol del transitario es importante en una operación de transporte marítimo ya que asesora al cliente sobre ciertos aspectos como: el tipo de contenedor que precisa la mercancía, el puerto de origen y de destino más adecuado, la documentación obligatoria u otros servicios logísticos más precisos.
Las organizaciones más importantes son la International Federation of Freight Forwarders Associations (FIATA) y el European Liaison Committee of Common Market Forwarders (CLECAT), quienes agrupa a los transitarios y agentes de aduanas de Europa.
Tipos de embarques marítimos
En primer lugar, un embarque marítimo se puede clasificar dependiendo del tipo de mercancía y, por consiguiente, según el tipo de barco que la vaya a transportar. Hoy en día, gracias a la vía marítima se puede transportar cualquier tipo de mercancía, por ejemplo:
Contenedores
Graneles sólidos y líquidos
Carga general
Productos refrigerados
Mercancías peligrosas
Vehículos
Cargas grandes, pesada, voluminosas, etc.
De este modo, también existen diferentes tipos de barcos para el transporte de cada tipo de mercancía:
Portacontenedores
Buques ro-ro
Graneleros
Porta vehículos o car carriers
Tanqueros, entre otros.